Existe una relación directa entre el descanso y un buen rendimiento en todo tipo de actividades incluyendo así el aprendizaje según numerosos estudios científicos realizados.
Un sueño deficiente como ya hemos podido leer o escuchar en numerosos programas de radio puede suponer una larga lista de contraindicaciones para nuestro organismo, tales como aumento de peso, trastornos cardiovasculares, etc. Ahora a todas estas contraindicaciones debemos sumarle un estudio realizado por Science Translational Medicine en el que demuestra la alteración de dos mecanismos reguladores del cerebro.
Hablar del número de horas necesarias para desarrollar de forma eficiente el acto reparador del sueño es difícil así que deberemos remitirnos a los estudios estadísticos realizados. La necesidad de sueño más frecuente es de 6 a 10 horas aunque la necesidad de horas de sueño también dependen en gran medida de la edad (18 horas cuando se nace a las 6,5 horas en la 3ª edad), estados de salud y demandas sociales.
Hablar de sueño no es solo es hablar del acto de dormir sino el conseguir que ese acto sea un descanso reparador para ello nos encontramos con diferentes aspectos ambientales para conseguir un resultado optimo y deberemos rodearnos de una serie de condiciones para conseguir el efecto deseado del sueño.
Uno de los aspectos en los que debemos tener especial cuidado es con la luz, más concretamente en la incidencia de una iluminación excesiva que puede dar lugar a trastornos del sueño. Es importante por lo tanto procurarse unas condiciones de oscuridad, adecuadas a cada persona, y adelantarse a los posibles cambios de la misma con el fin de evitarlos, por ejemplo una incidencia de luz directa a una hora muy temprana, sobretodo al acercarse el verano.
Otro factor importante en el buen desarrollo del sueño es el sometimiento al ruido exterior el cual provoca de forma general retraso del sueño, la profundidad del mismo y despertares repentinos durante la noche. A modo de dato diremos que la sensibilidad al ruido aumenta con la edad y que las mujeres son mas sensibles que los hombres.
La temperatura es otro factor a destacar, está probado que la temperatura es elevada cuando sobrepasa los 24º C y es fría cuando es inferior a 18º C así que aconsejaremos dormir en una temperatura óptima de 18º C a 21º C para evitar despertares durante la noche y conseguir un sueño mucho más profundo.
Otro factor y por ser el último no menos importante y el cual pasa muchas veces desapercibido es el estado de las almohadas, colchones y bases que pueden incidir muy notablemente en la acción reparadora del sueño y que muchas veces es la solución a un mal descanso.
Fuentes:
DERF
TEMAS PARA LA EDUCACIÓN
http://www.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd5078.pdf
Muy chulo el aporte de tu entrada, ¡ has sabido comentar el tema con bastante precision y sensatez! te felicito, sigue asi.
ResponderEliminarDesde mi propia experiencia, cuando no descanso bien suelo pasar el día entre irascible y triste, no son muy buenos estados si uno necesita concentrarse, por ejemplo.
ResponderEliminarCreo que un descanso óptimo es verdaderamente importante. Interesante Jesús.
Marta.
Estoy de acuerdo contigo en algunas cosas. Pero yo creo que hay situaciones que se crean por costumbre, de pequeño a dormir con obscuridad y con claridad, el colchón duro o blando o las puertas cerradas.
ResponderEliminarCreo que en este dependen mucho de las costumbres de la niñez.
Es cierto que tiene mucho que ver con las costumbres desde la infancia. Pero esta exposición se hace de forma genérica. Del mismo modo, una alteración en las costumbres del sueño puede producir trastorno del mismo. Así pues una persona que está acostumbrada a ciertas sensaciones durante el sueño sin éstas puede sentirse extraño incluso llegar a no conciliar de una manera reparadora el sueño.
ResponderEliminar