Este factor externo es quizás es uno de los más importantes de los tratados hasta el momento en el proceso de aprendizaje del estudiante. Podemos pensar que este factor es sólo válido para las enseñanzas presenciales, nada más lejos de la realidad, es un factor esencial en el caso de las enseñanzas a distancia.
El docente es un activo que transmitirá sus conocimientos a través principalmente de sus experiencias personales y profesionales corriendo el riesgo en ciertas ocasiones de la distracción o el aburrimiento de sus enseñandos, es por lo cual el personal docente debe no sólo dominar los conocimientos, que muy probablemente adquirió hace ya algunos años, sino que es primordial que los actualice junto con las destrezas y procesos propios de las materias que imparte.
No sólo el buen conocimiento de la materia tratada por el docente es básica, sino que también intervienen otros factores no menos importantes tales como el domino de la palabra, para captar en todo momento la atención de sus alumnos y facilitar una enseñanza efectiva. El diseño y selección de estrategias instruccionales para promover el desarrollo cognitivo sabiendo en todo momento utilizar la tecnología educativa así como la de información puesto que un gran número de sus discentes están muy habituados a su uso.
La comunicación del profesor en el aula con sus alumnos facilita el proceso de aprendizaje puesto que un buen uso del lenguaje así como la forma de captar la atención de los mismos se hará principalmente mediante la palabra. Un tono monótono al explicar cualquier cuestión desviaría el proceso de aprendizaje por resultar aburrido al alumnado. El profesor debe saber en cada momento el tono, el gesto o trasmitir su pasión por dicha materia y percibir en el momento si es el adecuado o no para poder corregir en el acto y llevar a buen termino la enseñanza.
Como hemos podido ver el docente es parte fundamental en el proceso de aprendizaje pero no sólo en las formas de enseñar sino en la relación con el estudiante. No podemos obviar que el profesor pasará a ser parte en la vida de cada uno de sus estudiantes y es por lo que el docente debe sentirse como tal. Éste, debe saber valorar, reconocer los distintos perfiles de los estudiantes, viendo en la diversidad cultural una oportunidad para desarrollarse personal y profesionalmente y al mismo tiempo promover la aceptación, la tolerancia y la autoestima entre ellos. De esta forma será más fácil que el docente pueda atender las necesidades de todos sus estudiantes, incluyendo aquellos con limitaciones físicas, mentales y emocionales.
Fuente
PERFIL DEL MAESTRO (DE, 1996), Prof. Sherleen Seary Cruz.